El subtitulado para sordos no sólo es una herramienta para acercar producciones rodadas en otros idiomas a personas con problemas auditivos. En gran cantidad de ocasiones, responde a la necesidad de hacer accesibles las producciones para espectadores que hablan la misma lengua en la que se han grabado. No obstante, las características que deben respetar los subtítulos no varían en base a si son un producto interlingüístico o no. Desde la llegada de la televisión digital terrestre, la cantidad de cadenas que ofrecen subtítulos para sordos ha aumentado progresivamente, al igual que el porcentaje de contenidos de cada una de ellas que los incluyen (en los canales del grupo TVE, son prácticamente el cien por cien). Esto se aplica incluso a eventos en directo, como partidos de fútbol, ruedas de prensa de altos cargos y similares, sin distinguir si son producciones foráneas o nacionales. Como es de suponer, semejante abanico de posibilidades implica una amplia variedad de requerimientos pragmáticos específicos; de momento, trataremos las dos características clave.

Si hablamos de un evento que se emite en directo, el subtitulado llevará cierto desfase con respecto al audio original. Por desgracia, no puede ser de otra forma: el subtitulador necesita unos segundos para elaborarlos. Si bien la capacidad de síntesis es importante en todas las modalidades de subtitulado, en ésta se convierte en la pericia principal.
Con esto concluimos el bloque de subtitulado de este curso introductorio. Todos los conceptos serán ampliados y detallados con mayor precisíón en el curso de nivel intermedio. El siguiente paso, continuar nuestra iniciación en las modalidades orales: el doblaje y la audiodescripción para personas invidentes.
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